Las picaduras de los mosquitos son una de las tradiciones del verano. El problema es que, aparte de molestas, pueden ser dolorosas e, incluso, infectarse, arruinando los días de descanso en la playa o en el campo. Aunque la transmisión de enfermedades por picaduras de mosquitos parece un problema del Tercer Mundo, no hay que olvidar que en Estados Unidos se producen cada año casos de encefalitis transmitidas por estas picaduras. Además, desde hace algunos años nos vemos obligados a convivir con el mosquito tigre, que se ha extendido de manera muy numerosa sobre todo en Cataluña y que causa una picadura especialmente dolorosa.
Pero para combatir a los mosquitos no es necesario resignarse a emplear repelentes químicos, que pueden ser tóxicos. Una mosquitera es la solución ideal para dormir tranquilamente en las zonas en las que abundan los mosquitos.
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